La propuesta de Donald Trump de establecer tarifas de importación a productos de todos los países, incluyendo México, es una iniciativa real y seria. Se espera que las anuncie este 20 de enero, cuando tome posesión como el 47º presidente de EE. UU. y que entren en vigor el 1º de febrero. 

Trump afirmó: «January 20, 2025, will be the birth of the External Revenue Service», cuyo propósito será cobrar tarifas y derechos de importación. Las medidas tarifarias estarán acompañadas de cambios sustanciales al Impuesto sobre la Renta de ese país, con la intención de bajar la tasa al 15% para empresas que califiquen como americanas o incluso se ha señalado la idea de eliminar el impuesto por completo. 

La propuesta de establecer nuevas tarifas de importación no es una simple bravata de Trump, como se piensa en México. Va en serio. El planteamiento electoral es suyo, pero Demócratas y Republicanos lo avalan, buscan que EE. UU. adopte un sistema proteccionista, dado que su país ha sido el gran perdedor con el libre comercio. Este tema ha sido analizado y medido por expertos en comercio internacional y asesores de Trump, así como por congresistas y senadores de ese país.

La lógica es contundente: durante más de 20 años, EE. UU. ha transferido decenas de trillones de dólares a China. La opinión de expertos americanos es que esas transferencias han convertido a China en una potencia mundial económica y militar, que a su vez apoya a países rivales de EE. UU. Para ellos, esto representa una paradoja. Otro absurdo es que China es uno de los mayores tenedores de deuda pública de EE. UU.

Una consideración adicional para EE UU de que la cancha es dispareja, es que en el caso de México, por ejemplo, la tasa del 16% de IVA a las importaciones en realidad es una tarifa arancelaria sobre sus productos. En cambio, ese país no tiene un impuesto federal de igual tipo.

Medidas tarifarias esperadas

El sistema tarifario es simple y severo. Aquí algunas medidas que se esperan sean implementadas por la administración de Trump (las tarifas se suman, cuando corresponda):

1. Tarifas del 10 al 20% a todas las importaciones de todos los países.
2. Tarifa del 60% a todos los productos de China.
3. Tarifa ‘adicional’ del 100% a todos los autos eléctricos producidos en México por empresas chinas.
4. Tarifas ‘adicionales’ del 100 al 200% a empresas de EE. UU. que muevan su producción a otros países.
5. Tarifa ‘adicional’ del 25% a todas las importaciones de México y Canadá, mientras estos países no detengan los flujos de drogas e indocumentados.
6. Tarifa ‘adicional’ del 10% a todas las importaciones de China, mientras este país no detenga el flujo de drogas.
7. Tarifa ‘adicional’ del 100% a todas las importaciones del BRICS: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Irán, Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes y Etiopía, a menos que se comprometan a no crear una moneda de intercambio alternativa al dólar americano.
8. Tarifas ‘adicionales’ (por definir) a países de la Unión Europea, a menos que estos se decidan por comprar petróleo y gas de EE. UU.
9. Tarifas altas (por definir) a Dinamarca, a menos que este país acceda a vender Groenlandia.

Se trata de medidas tarifarias que tendrán impacto directo en los acuerdos constitutivos de la Organización Mundial de Comercio y en los distintos tratados comerciales celebrados con otros países. En el caso de México, en el T-MEC.

EE. UU. sabe que se desatará una guerra comercial a nivel mundial. Lo tienen medido, aunque la verdadera contienda será con China. Los conflictos legales durarán años. Su expectativa es que algunos países se acerquen a negociar, aunque la ventaja estará del lado norteamerciano.

Implicaciones para México

Si recordamos, en 2019 Trump dobló a México con la amenaza de imponer una tarifa inicial del 5% a todos nuestros productos, que se incrementaría 5% cada mes, si nuestro país no remediaba la migración ilegal. Fue la única vez que el expresidente López Obrador viajó a EE. UU.

En síntesis, las tarifas altamente gravosas que podrían recaer sobre México serían la siguientes (todas sumadas):

1. Una tarifa general de entre 10 y 20% a todos los productos mexicanos.
2. Otra tarifa del 25% a todas las importaciones de México, mientras nuestro país no detenga los flujos de drogas e indocumentados.
3. Otra tarifa del 100% a autos eléctricos producidos en México por empresas chinas.
4. Otra tarifa del 100 al 200% a productos de empresas de EE. UU. que muevan su producción a México.

La sacudida para México será fuerte: un tsunami. Dada la dimensión de la guerra tarifaria mundial, sobre todo con China, las represalias que pueda tomar el gobierno de nuestro país en contra de EE. UU. resultarán menores. Además, la revisión del T-MEC a mediados de este año también estaría en suerte.