La situación de las finanzas públicas es desfavorable. Los números así lo demuestran. Esperemos que los resultados de febrero sean más afortunados.
Ciudad de México.- En esta semana, la Secretaría de Hacienda presentará el informe sobre la situación de las finanzas públicas del país correspondientes a febrero de este año. Por ahora, la información disponible es la de enero, que justo fue cuando el gobierno federal anunció un ajuste de 124 mil millones en el gasto público, con la finalidad, se dijo entonces, de prevenir desequilibrios presupuestales.
En la danza numérica de ese informe es fácil perderse. Sin embargo, lo importante es centrarse en tres variables:
Por un lado, los ingresos públicos disminuyeron en forma drástica, debido, sin duda, a la caída del precio del petróleo, aunque también por una importante reducción en la recaudación del ISR y en el IEPS sobre bebidas alcohólicas, cigarros y comida chatarra.
Por otra parte, se reportó un crecimiento del 18.1 por ciento en el gasto del sector público federal.
Por último, una deuda pública a enero de 2015 de siete billones de pesos, la cual para finales de este año será un 40% superior a la existente en diciembre de 2012.
El desglose de los resultados contenidos en dicho informe, se desarrolla a continuación:
a) El balance del sector público fue negativo en 95 mil millones de pesos. Esto obedeció a la diferencia entre los ingresos en cantidad de 365 mil millones y los gastos de 461 mil millones. Una variable importante fue que de enero de 2014 a enero del año en curso, los ingresos del sector público decrecieron un 3.4 por ciento, mientras que los gastos se incrementaron un 18.1 por ciento.
b) La caída del precio del petróleo impactó de manera negativa en el total de los ingresos públicos, debido a lo siguiente:
Disminución de los ingresos petroleros en 41 mil millones, cantidad equivalente a una tercera parte del ISR recaudado en enero de 2015.
Reducción en los ingresos de Pemex en 17 mil millones, importe equivalente a la totalidad de los derechos no-tributarios del propio mes.
Disminución de los derechos relacionados con hidrocarburos en cantidad de 76 mil millones, equivalente al total de IVA recaudado en enero.
c) Otros dos factores incidieron negativamente en la caída de los ingresos del sector público:
En enero de este año, la recaudación por concepto del ISR fue un 2.3 por ciento inferior a la de enero de 2014. Esto puede significar dos cosas: la primera, que la economía mexicana no esté creciendo; y la segunda, que el aumento de la tasa al 35% del impuesto no ha producido los resultados esperados.
El IEPS sobre bebidas alcohólicas, cigarros y comida chatarra decreció un 4.6 por ciento. Esto ratifica lo señalado en el punto anterior respecto del ISR, aunque podría decirse que con ese impuesto se ha inhibido el consumo de productos dañinos para la salud.
d) La recaudación de IVA aumentó un 6.4 por ciento, lo cual contrasta con la caída de ISR, no obstante que las actividades económicas que se gravan en ambas contribuciones son semejantes. En el informe de la Secretaría de Hacienda nada se dice sobre ese desfase. Lo cierto es, sin embargo, que como estos ingresos se reportan sobre la base de ‘flujo’ y no de ‘devengado’ conforme lo exige la contabilidad gubernamental, los saldos de IVA que el SAT no devuelve sobre todo a exportadores y a productores primarios, quedan reflejados como ingresos, cuando lo procedente sería disminuirlos con las cantidades pendientes de devolución. Este aspecto tampoco se esclarece en el informe.
e) El IEPS sobre gasolinas y diesel pasó de una recaudación negativa de un mil millones de pesos, a una positiva de 24 mil millones. Esto se explica de la siguiente manera: en la ley se establece una fórmula en la que el impuesto funciona como un ‘amortiguador’ entre el precio internacional del petróleo y el precio de esos productos al consumidor final. De esta manera, a diferencia de lo que sucede en otros países, la caída del precio internacional del petróleo no se refleja en una disminución de las gasolinas en México, ya que el precio sigue siendo el mismo en la medida que el IEPS se ajusta a la alza para compensar esa caída.
Un ejemplo: hoy el precio del litro de gasolina Premium es de 14 pesos. Si el precio internacional del petróleo representara doce pesos del mismo litro, el IEPS sería de dos pesos. En cambio, si el precio internacional fuera de cuatro pesos, entonces el IEPS sería de 10 pesos. Esto último es la razón del aumento del IEPS.
f) Por su parte, el aumento del 18.1 por ciento del gasto público se reflejó de manera estructural en los siguientes rubros:
De enero de 2014 a enero del presente año, el gasto corriente del sector público creció 26 mil millones de pesos.
La inversión física directa e indirecta pasó de 56 mil millones a 107 mil millones.
La inversión financiera, de una cantidad negativa de 2.6 mil millones, ahora fue de 32 mil millones.
El costo financiero de la deuda -intereses, comisiones y gastos- aumentó un 55%, al pasar de 14 mil millones a 22.5 mil millones de pesos.
g) El saldo total de la deuda neta del sector público federal al 31 de enero de este año, fue de siete billones de pesos, de la cual 4.8 billones de pesos correspondió a deuda interna y 152 mil millones de dólares a deuda externa. Este saldo no incluye los pasivos por conceptos de pensiones ni otro tipo de requerimientos financieros como el IPAB y los Pidiregas. Tampoco refleja la deuda de los estados y municipios, garantizada con participaciones federales.
La situación de las finanzas públicas es desfavorable. Los números así lo demuestran. Esperemos que los resultados de febrero sean más afortunados.