El remanente de los recursos que los partidos obtuvieron para gastos electorales, podrán utilizarlos en gastos que no tienen que ver con la obtención del voto. Al menos ese es uno de los argumentos con el que un grupo de ciudadanos busca que regresen los más de 200 millones de pesos que sobraron del presupuesto de campaña 2015.
Ciudad de México.- Un grupo de ciudadanos encabezados por el abogado fiscalista y colaborador de EL SEMANARIO Luis Pérez de Acha, busca que los partidos políticos devuelvan los remanentes de los recursos entregados por el Instituto Nacional Electoral (INE) para gasto de campañas, luego de que se decidiera que los más de 200 millones de pesos que sobraron, se repartieran entre los partidos para engrosar sus presupuestos.
Pérez de Acha aclara que por tratarse de recursos específicamente etiquetados para la obtención del voto y como todo procedimiento de campaña 2015 culminó a las doce de la noche del 7 junio, por consecuencia todo el dinero que sobró y con base en la Constitución, se tiene que devolver, al tiempo en que describe que la Corte ha sostenido que no se vale mandar recursos de este tipo a otros de los fondos, ordinarios o específicos, de los partidos, simple y sencillamente ordena que se debe regresar.
En conversación con EL SEMANARIO, Pérez de Acha asegura que se trata de unaactitud ventajosa de los partidos políticos, porque incluso la devolución la propuso el órgano de fiscalización del INE al pleno del Instituto, sin embargo, también reconoce que hay partidos dispuestos a devolver los remanentes.
“Más de un partido político estaría en la disposición de devolver el dinero, estamos hablando de 286 millones de pesos. Hay partidos que les corresponderá un millón, a otros les corresponderá 50 mdp, pero es el momento ideal para que uno, dos o tres partidos manden un mensaje que empate con la ciudadanía: ‘mira, yo si estoy devolviendo el dinero’”, ejemplifica, al tiempo que reconoce que a los partidos políticos les urge legitimarse.
El pasado 13 de agosto, un grupo de ciudadanos y la organización civilTransparencia Mexicana presentaron dos demandas de amparo en contra delInstituto Nacional Electoral, por permitir a los partidos políticos utilizar para sus actividades ordinarias, el remanente de los recursos que les fueron otorgados para las campañas electorales de 2015.
En votación mayoritaria de 6-5, el Consejo General del INE -en sesión extraordinaria celebrada el 20 de julio de 2015- desestimó la propuesta de laComisión de Fiscalización del propio Instituto, de reintegrar a la Tesorería de la Federación dichos remanentes, no obstante que tales recursos estaban‘etiquetados’ y sólo podían ser utilizados para las actividades tendientes a la obtención del voto.
Los consejeros que votaron a favor de que los partidos mantuvieran el remanente fueron: Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Marco Antonio Baños, Adriana M. Favela, Enrique Andrade González y Arturo Sánchez Gutiérrez.
En contra parte, los consejeros que se mostraron a favor de que se devolvieran los recursos estaban: Benito Nacif, Pamela San Martín, José Roberto Ruiz Saldaña, Beatriz Eugenia Galindo y Javier Santiago Castillo.
Cabe recordar que el artículo 41, fracción II de la Constitución establece que elfinanciamiento público de los partidos políticos es de tres tipos: uno destinado a actividades ordinarias permanentes; otro para actividades específicas como educación, capacitación, investigación y tareas editoriales; y uno más cuyo destino específico –‘etiquetado’- es la obtención del voto en el año de elecciones federales.
En este sentido, el grupo de ciudadanos sostiene que el INE estaba imposibilitado para cambiar el destino específico y ‘etiquetado’ de los recursos públicos para el proceso electoral del 2015, por lo cual dicho Instituto actuó en contra de la Constitución Federal, de la Convención de la Naciones Unidas contra la Corrupción y de la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo; además violó los derechos humanos de legalidad, seguridad jurídica y desarrollo.
Entre los ciudadanos firmantes se encuentran María Amparo Casar, Jorge Castañeda y Leo Zuckerman.
Por Octavio N. Cervantes.