La iniciativa legislativa que busca castigar la evasión fiscal sólo servirá para amedrentar a los contribuyentes, dice Luis Pérez de Acha, abogado especializado en el área.
Los cambios que se plantean en el Congreso para criminalizar la evasión de impuestos generan un ambiente de terrorismo fiscal, advirtió el fiscalista Luis Pérez de Acha.
“Es ponerle un tono al tema demasiado fascista y excesivo, lo único que se hace es crear un ambiente de terrorismo fiscal para amedrentar a los contribuyentes”, señaló Pérez de Acha.
Las personas o empresas que no paguen sus impuestos y que utilicen compañías fantasma para emitir facturas falsas serán consideradas como una amenaza a la seguridad y delincuencia organizada. Así, tendrán mayores penas, la posibilidad de perder su patrimonio y prisión preventiva, de acuerdo con la propuesta presentada por Morena y Movimiento Ciudadano en las comisiones del Senado.
Dicha situación generará terror para los contribuyentes con el fin de aumentar la recaudación mediante golpe con el garrote, sostuvo Pérez de Acha.
El abogado señaló que esta persecución es irracional, pues el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya cuenta con las herramientas necesarias para identificar y combatir a las empresas fantasma y no lo hace.
“El SAT es el ‘Big Brother’ fiscal, es la entidad que más información tiene y hay manera de allegarse a las transacciones para saber cuándo no se pagan los impuestos y presentar denuncias”, explicó el abogado.
Prueba de esta capacidad de investigación y denuncia son los 150 expedientes abiertos que tiene la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en contra de empresas fantasma. “Sólo se necesita aplicar la ley”, apuntó Pérez de Acha.
La evasión de impuestos ha causado un boquete al presupuesto en los últimos cuatro años de $1.6 billones, señalan cifras del SAT. La autoridad fiscal calcula que cada año se pierden $350,000 millones en ingresos por impuestos debido a la evasión de impuestos a través de facturas falsas.
Este monto es equivalente a ocho veces el último presupuesto anual de la UNAM, apuntaron cifras de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Las empresas fantasma son aquellas que venden comprobantes fiscales, que incluso pueden ser auténticos, pero en los que se reportan transacciones inexistentes para eludir obligaciones fiscales.
México tiene la peor recaudación fiscal entre los 36 países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). En otros como Francia y Dinamarca, la recaudación por impuestos representa 46.2% y 46% del Producto Interno Bruto, respectivamente, mientras que en México la proporción es de 16.2%.
El Senado pretende discutir esta iniciativa en el próximo periodo legislativo que inicia en septiembre.